Judith Bernaus

Me fascina la naturaleza, la fuerza que emana de su vulnerabilidad, su fluir, su despojarse de lo que no necesita, su confianza. Me inspira y tranquiliza. Me da descanso y fuerza.

 

De pequeña, recuerdo ser una niña decidida, curiosa y observadora. Más tarde, de adolescente, acomplejada y desconectada de mi poder, me volví más introvertida. Cuando me juntaba con grupos de personas, me situaba más en una postura de escucha y análisis. Fue cuando empecé a desarrollar una percepción de "cosas" a las que no les ponía nombre.

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Al adentrarme en el mundo universitario, me convencí a mí misma que quería ser periodista y a los pocos meses de darme cuenta de que éste no era mi camino, entré en una crisis existencial. Me sentía perdida, desorientada. Me había esforzado mucho para llegar dónde estaba y ver que era una carga para mí me descolocó a muchos niveles. Tras unos meses de introspección, de permitirme la tristeza, el miedo y la rabia, pude conectar con mi intuición a la que había dejado de lado desde hacía un tiempo y me decidí a estudiar Psicología. Durante esos años, le puse nombre a aquellas "cosas" que había percibido de más pequeña. Me di cuenta de que mi profesión la llevaba dentro desde hacía tiempo.

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Sentía que había algo que me fascinaba en el ser humano, en su capacidad de resiliencia y a la vez los estudios universitarios me frustraban. ¿Cuál es el papel del cuerpo en todo esto? ¿Y el de las emociones? Tenía un interés creciente en este campo. Opté por darle salida y formarme en terapia Gestalt. Durante tres años, realicé un trabajo introspectivo y vivencial profundo que me permitió conectar con mi vulnerabilidad, su belleza y fuerza y aprender a sostenerme con dulzura y amor.

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Ahora, si me lo permites, me gustaría acompañarte a ti.